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GUAIAIE


ASOCIACIÓN PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE GUAIAIE 

 

“… poco a poco los hemos
ido destinado a procesos colectivos y singulares que encarnan el cuidado de la
vida , la tierra y las artes. Procesos en los que cada céntimo tiene infinito
valor.

          Destinamos una pequeña parte al viaje de Joan Pereira , hijo de Jose Pereira,  a Bolivia , donde está perfeccionando el
aprendizaje del Charango.


 


Jose es un abuelo muisca que ha liderado el rescate de
la tradición espiritual y cultural muisca desde hace muchos años.                                                                        .                                                  
              Los muiscas eran el pueblo
que habitaba en Bakata en el siglo XVI; esta sabana donde hoy existe Bogotá fue
llamada por Jiménez de Quesada el Valle de los Alcazares por su asombrosa
fertilidad y belleza.                                 .

            Jose
ha alentado también la recuperación de los cultivos de esta región : la quinua
y el maíz orgánicos. También, la recuperación de los instrumentos ancestrales
de música: flautas y gaitas. Él hace medicina ancestral y cura con los sonidos
de la música entonados con amor. A Jose dimos también una pequeña parte de los
recursos.                                 
  .

         Otra pequeña parte fue dada a Henri Chamapuro del pueblo Woounan,
ubicado en la parte baja del Río San Juan, en la costa pacífica de Colombia. Él
precisaba recursos para viajar a un
encuentro de comunidades indígenas y campesinas
que comparten sus saberes
sobre cómo permanecer en sus territorios asediados por todas la violencias y
por una forma de economía que no valora los productos de la tierra, ni el
cuidado que realizan las comunidades nativas del agua y los bosques.                                 .

            Otra pequeña parte de los
recursos ha sido destinada para iniciar un
Club de Lectura con las niñas y niños del Colegio Sabio Caldas en Ciudad
Bolivar
, una zona de Bogotá que ha recibido el desplazamiento de miles de
familias indígenas y campesinas que fueron desterradas de sus regiones con el
uso de una violencia y una crueldad que no nos cabe en la imaginación más
terrible.                                         .

           
Otra pequeña parte está sirviendo para alentar un proceso en la vereda verjón bajo, a 30 minutos de
Bogotá, de rescate de semillas que
sirven para compartir con comunidades que afrontan en el día a día la
desnutrición y semillas que deben servir al proceso de devolver el bosque donde
ha sido talado.
Estas semillas son: raque, encenillo, quinua , amaranto ,
papa o patata… Este proceso consiste en sembrar y cosechar sin utilizar
productos químicos; también en convertir la tierra estéril en tierra fértil.


La otra pequeña destinación de recursos es a Duvonavy, integrante del pueblo Arhuaco de la Sierra Nevada de
Santa Marta. Un joven sabedor que actualmente vive en Bogotá y ha aceptado conversar sobre su cultura , el
uso de la hoja de coca -sagrada- con jóvenes de los colegios y universidades en
que laboramos”.